La evaluación de desempeño por excelencia siempre ha representado un desafío para el sector de Recursos Humanos, ya que en base a esta se desarrollaran acciones estratégica ligada a la rentabilidad, productividad y gestión del negocio.
Entender que el talento humano es el principal activo de una organización, nos diferenciará en el mercado y nos preparará para la innovación empresarial.
La subjetividad en el criterio de evaluación, siempre ha sido uno de los principales desertores de estos análisis, pero la Inteligencia Artificial (AI), una vez más, nos presenta un nuevo panorama de testeo y gestión.
La AI nos garantiza una experiencia de crecimiento personalizada y orientada a objetivos, evaluando de manera objetiva los siguientes puntos:
Generar predicciones sobre el potencial del talento
El análisis de datos que podemos realizar, nos permitirá generar reportes que muestran el historial de su desempeño prediciendo cómo será su crecimiento profesional a mediano y largo plazo.
Diseñar rutas de aprendizaje en función de las metas empresariales
Detectando las debilidades y fortalezas de los empleados podremos generar un plan de acción personalizado de aprendizajes y mejoras para el desarrollo individual y colectivo permitiendo las metas empresariales reforzando o afianzando el conocimiento.
Devoluciones personalizadas basadas en datos
Las evaluaciones podrán ser analizadas y evaluadas en base a los datos compartidos, permitiendo generar planes de mejora inmediatos o incluso evaluaciones continuas que permitan la optimización de recursos.
Cómo todo lo aplicado a la tecnología, no tenemos que perder de vista, que el verdadero diferencial será la aplicación y análisis de las personas que la realicen.
La inteligencia artificial en la gestión de talentos es una herramienta más que nos permite analizar, predecir, identificar y actuar para el cumplimiento de objetivos, brindándole a los empleados la posibilidad de trabajar en conjunto sobre los planes de mejora.